Un intento -- a mi musa
Sin duda son pensamientos ebrios
los que no saben distinguir entre el mal y la sospecha,
que divisan desde su soledad matices y penumbras.
He aquí el nexo donde desembocan todos los laberintos
que alguna vez tendieron su red:
las falacias y los temores aun sin resolver.
Aquí surge la increíble fractura de la lógica,
y ésta termina partiéndose en dos,
para luego disolverse sobre la valla diáfana.
Para traspasar esta negrura
¿habrá que desenvainar un nuevo lenguaje,
áspero y fulminante?
Para el tiempo la mera palabra es irrisoria,
refundida en la vastedad del silencio.
Por eso procuramos pensar más allá,
dentro del lenguaje,
concretar una última abstracción,
y siempre habrá poetas mientras fluya la sangre,
aunque un día no haya luz, aunque se abra la boca
y no salga más que un enjambre de mariposas crespas
diluyendo el tiempo, apagando la voz.
<< Home